“Balzac dice (en ‘La Comedia Humana’) que detrás de toda fortuna se esconde un crimen”, escribió Carlos Peña en su columna de hoy. La frase es conocida. La citan análisis políticos, es el epígrafe de El padrino de Mario Puzo y acompaña retratos de Balzac en internet. Lo normal es atribuir la frase a Balzac para luego pasar a otras cosas, pero Carlos Peña, quizá consciente de que una frase tan usada podría estar mal atribuida, finge haber encontrado la fuente exacta: La comedia humana. Lo gracioso es que ese nombre no se refiere a un libro, sino a alrededor de noventa novelas que Balzac agrupó bajo un mismo título. Especificar que una idea del novelista francés aparece en La comedia humana es casi como decir que se obtuvo de sus obras completas.
Gracias a internet, me ahorré la lectura de los libros para identificar esa fuente con algo más de precisión. Wikipedia coincide con Peña al citar la frase en el artículo “La comedia humana”, donde agrega que “este precepto aparecido en la Posada Roja es recurrente en la Comédie”. Fui a un PDF de la Posada Roja y encontré fortunas y crímenes, pero ninguna vinculación rotunda entre los dos. Después de no encontrar nada valioso en Google Libros ni Académico, probé buscar en inglés. Así llegué a Quote Investigator, un sitio que se dedica a hacer bien lo que el paréntesis de Peña hizo mal: explorar el origen de las citas. Al parecer, Balzac no escribió nunca que “detrás de toda fortuna se esconde un crimen”, aunque expresó algo parecido en Papá Goriot, novela incluida en La comedia humana: “El secreto de las grandes fortunas sin causa aparente es un crimen olvidado, porque se ha cometido de una manera limpia”. Es menos impactante que la versión difundida, pues limita la generalización a las fortunas donde no se conoce la causa. Quote Investigator comenta: “la sentencia simplificada que es popular en los tiempos modernos resulta más provocativa y, en consecuencia, más memorable”.
¿Qué debió haber escrito Carlos Peña? Una opción era seguir a la mayoría y citar a Balzac sin ninguna especificación. Otra era citar a esa mayoría: “Se atribuye a Balzac la idea de que…” o “Balzac parece haber dicho que…”. Una tercera opción era copiar la frase de Papá Goriot, aunque le hubiese ocupado más espacio y le habría exigido demostrar que no hay una causa aparente en la fortuna de la familia Matte. Peña casi tomó la primera opción, muy común en él. Lo que él hace siempre es sintetizar ideas de grandes autores en sentencias que funcionan sin contexto. El método le exige simplificar, tal como hizo el siglo XX con la frase de Balzac. Eso está muy bien en un autor de columnas breves porque nos permite aprender y, como pasa con las buenas citas, nos invita a leer más. El único defecto está en cuando la especificación sobre lo que habría que leer incluye más de 80 libros que, en estricto rigor, no dicen la frase que él está usando.
Hola Martín! Tengo una historia similar. En algún momento, me encontré citada por algún autor una frase de Julio Verne, traducida al inglés, que rezaba «Anything that one man can imagine, other men can make real» (Todo lo que un hombre puede imaginar, otros hombres pueden hacerlo realidad»), que aparecía muy impactante, algo así como una autoprofecía cumplida, que contribuía a realzar el mito de Verne como prefigurador de toda una serie de adelantos tecnológicos posteriores. La frase aparecía como procedente de La vuelta al mundo en 80 días, pero cuando fui a buscarla, no logré encontrarla en todo el libro. Pensé que tenía que ser un problema de traducción a si que busqué la cita original del francés («Tout ce qu’un homme est capable d’imaginer, d’autres hommes seront capables de le réaliser»), sin mayores resultados. Google era enfático en listar la frase célebre en todas las páginas en las que investigué, pero en el libro esta simplemente no existía.
Finalmente encontré la causa, escondida en una página web que solo apareció listada en google después de muchas búsquedas. La cita, evidentemente, es falsa, y surge de los parafraseos y las mentirillas de distintos autores. La página está en francés, a si que te la replico en español (espero no equivocarme mucho):
>>»La fuente de la cita es una necrología escrita por Féliz Dunquesnel, quién «citó» a Julio Verne como sigue:
>>»Quoi que j’invente, quoi que je fasse, je serai toujours au-dessous de la vérité. Il viendra toujours un moment où les créations de la science dépasseront celles de l’imagination.» (Invente lo que invente, haga lo que haga, voy a estar siempre por debajo de la verdad. Siempre llegará un momento en en que las creaciones de la ciencia superarán las de la imaginación)
>>Esta frase fue copiada por Charles Lemire en su biografía publicada en 1908. En 1928, Marguerite Allote de la Fuÿe la cita en su biografía de forma ligeramente distinta, pretendiendo que era una copia de una carta que Julio Verne escribió a Lemire:
>>»Tout ce que j’invente, tout ce que j’imagine restera toujours au-dessous de la vérité, parce qu’il viendra un moment où les créations de la science dépasseront celles de l’imagination !» (Todo aquello que intente, todo aquello que imagine estará por debajo de la verdad, porque llegará un momento que las creaciones de la ciencia superarán a las de la imaginación)
>>Marguerite Allotte de la Fuÿe fue tan lejos como para inventar una carta supuestamente escrita por Julio Verne a su padre, en la que incluye la siguiente frase:
>>Tout ce qu’un homme est capable d’imaginer, d’autres hommes seront capables de le réaliser.
>>Esta carta falsa y la cita falsa fueron omitidas de la reedición de 1953 de su biografía (…), pero el mito ya había sido lanzado, y la cita sigue siendo popular hasta el día de hoy» (Hasta acá cito la info en http://verne.garmtdevries.nl/en/myths/)
La pregunta es la siguiente, ¿qué hacemos con la cita falsa? Pienso que un autor con Borges, por ejemplo, la habría seguido atribuyendo a Verne o la habría puesto en boca de algún escritor de dudosa procedencia, habría salvado a la cita de su orfandad de autor mintiendo como siempre se hace en literatura. ¿De quién es la cita entonces? Como cuando uno escucha una canción y cambia su letra por error, y descubre luego que la propia corrección involuntaria era mucho mejor que la original.
Eso, salió largo, muchos saludos para ti.
Javi.
Está buena la historia. Otra de ese estilo es la de cuando Flaubert supuestamente dijo “Madame Bovary soy yo”, de la cual no se tiene ninguna fuente confiable (según cuenta Jorge Fondebrider en http://blog.eternacadencia.com.ar/archives/38001 ).
Pienso que con estas citas falsas pasa como con las falsas etimologías, que revelan una verdad que no está en el autor sino en sus lectores. Muchos han querido que Balzac criminalizara a todos los ricos (¿o se dice afortunados?), que Verne supiera la futura realización de sus imaginaciones y que Flaubert se identificara con su personaje, así como muchos han querido que “alumno” signifique “sin luz”, que “don” sea la sigla de “De Origen Noble” y que los adolescentes se llamen así de tanto adolecer. Algo parecido pasa con el fracaso escolar de Albert Einstein, la manzana de Newton y la caída de Tales de Mileto en una zanja, aunque no tengamos pruebas contundentes de su falsedad. Detrás de cada caso parece haber un deseo muy fuerte de que la historia sea como la imaginamos o, como en la frase que no dijo Verne, que lo imaginario se vuelva realidad.
¿Qué hacer con las citas huérfanas? ¿Las citamos explicando siempre que están mal citadas? ¿Las convertimos en refranes? Se podría hacer algo así, considerando que estas frases o ideas tantas veces repetidas terminan adquiriendo un grado de verdad comparable al de la tradición o la sabiduría popular.
Otro caso es Twitter, que Ricky Gervais definió hace un mes como “el lugar donde la gente viene a malinterpretar lo que dijiste y enojarse mucho por eso” (https://twitter.com/rickygervais/status/650433751189598210). Tremendo tema este de las mentiras y malas interpretaciones que elegimos creer.
Supongo que explicar el camino que llevó a la cita a ser mal citada no deja de ser interesante. Lo que los mentirosos biógrafos de Verne hicieron fue así como un anónimo y eficaz ejercicio de estilo (a la forma de la imitación antigua), mejorando el original, de forma que como tu dices, todo lo que la imaginación de Verne proyectó, otros lograron escribirlo mejor incluso. Mentir mejor puede hacer memorable el acto de replicar la mentira, quizás. Pa que decir el acto de malinterpretar lo que los otros dicen, hay gente que tiene el arte excelso de malinterpretarlo todo de formas genialísimamente abstrusas.
Muy de acuerdo con tu primer comentario, a los lectores nos gustaría que todas las historias fueran bellas o perfectas (como nos gustaría que lo fueran nuestros propios recuerdos). Y es que además esto de las citas célebres, cuando la cita es indivisible de la historia de su citador (como en el caso de Verne o de Flaubert) se acerca mucho a la anécdota; citar a alguien es como contar una pequeña historia sobre ese alguien. Y las anécdotas son tan universales, creo que todavía no conozco a nadie que no le gusten las anécdotas.
Celebro el espíritu riguroso con que las personas están tratando este difícil asunto de las frases célebres. Se trata de un trabajo exhaustivo como lo demandaba la filología clásica, como la de los filólogos alemanes, por ejemplo, bajo el concepto de la «fijación del texto». Siempre he pensado que la traducción, en el sentido lato de la palabra, es un ejercicio, una alta actividad profesional en la que los traductores (hombres y mujeres) intentan verter con pulcritud (sin «malicia») la «esencia» de los textos. El filólogo colombiano Rufino José Cuervo, para referirse a los (digo yo así) «misterios» o espeficidades de cada lengua, he leído, postuló el concepto «el genio del idioma»; noción afortunada que me ha permitido «¿sospechar?» que toda traducción es una «versión» afortunada o no de un texto original que ha estado bajo los ojos, las emociones, los sentimientos, el intelecto, las ideologías y el cronotopo de quién emprende tan titánica labor. En cuanto a la Literatura, siempre me pregunto: ¿Es traducible? Por más generalizadora que pueda ser, con base en lo que observo en mi cronotopo, me quedo con la «versión» que han dado de la idea de Balzac: «Detrás de cada fortuna hay un crimen». Perdón por la extensión. Porque aprendí mucho de todos ustedes, gracias.